Aun cuando y con todo respeto ese nombre de Bloody Mary te lleva directo a una referencia histórica no muy grata de la monarquía inglesa, castillos, caminos empolvados, carruajes con finos caballos transportando a la realeza y a personalidades de la más alta alcurnia de esa época.
A mí me viene directo a la mente una noche de fiesta desbordada, con sobresaturación de tragos y una resaca de película, y cuál es nuestra salvación para volver a la vida. Esta famosa combinación a base de jugo de tomate y vodka.
Es así como este cóctel de apodo tan particular “María la sanguinaria”, te compensará los electrolitos perdidos por ese desborde de locura. Ese era el sobrenombre de la reina María I de Inglaterra, también conocida como María Tudor.
Su apodo surgió entre los manifestantes cruelmente perseguidos durante su reinado, la reina dejó sin efecto los avances de las reformas religiosas de su padre, Enrique VIII, y volvió a someter a Inglaterra a los designios del papa de turno.
Por supuesto, fue toda una casualidad el haber bautizado el cóctel con el apodo de la soberana. Como ya comprenderás no le tenían mucho cariño.
Siendo uno de los cócteles más conocidos donde quiera que vayas, en esta ventana informativa podrás hurgar en sus ingredientes y así aprender a prepararlo.
Seguro que valorarás mucho este aprendizaje cuando tus amigos se excedan de tragos y quieras ayudarlos a volver a recuperar las fuerzas perdidas.
¿Qué ingredientes necesitas para hacer un Bloody Mary?
Ingredientes:
- Tres cucharadas de vodka.
- Seis cucharadas de zumo de tomate.
- 1 cucharada de zumo de limón.
- Unas gotas de salsa Worcestershire.
- Unas gotas de tabasco.
- Sal y pimienta.
Receta para preparar un auténtico Bloody Mary
Preparación:
- Preparar en una coctelera de aproximadamente 50 ml numerosos cubitos de hielo enteros. Añadir las tres cucharadas de vodka, la salsa Worcestershire, el tabasco y el zumo de limón.
- Agitar la mezcla y dejar reposar unos minutos para que los sabores de los ingredientes se concentren y mezclen.
- Agregar el zumo o jugo de tomate natural, luego añadir sal y pimienta al toque. Mezclar bien todos los ingredientes hasta que la bebida sea homogénea.
- Servir bien frío. Se puede decorar con unas rodajas de limón o bien con un tallo de apio.
Toque de garantía a tu Bloody Mary
A la vista para los lectores de Tu Coctelería parece un trago sencillo de preparar, llamativo debido a su fulgurante color escarlata, pero esta bebida se las trae.
Su toque mágico no está en los ingredientes, señalan los expertos, muy por el contrario, dicen que es una bebida muy delicada, en particular desde el punto de vista de sus agregados.
Para preparar un Bloody Mary perfecto no es suficiente la mezcla de sus compuestos, el cóctel perfecto es mucho más que la suma de todo eso.
El toque único está en el paso a paso de su preparación, en la calidad de sus productos y en la frescura y naturalidad al elaborarlo.
Este trago tiene la peculiaridad que debe prepararse al momento de consumirlo, ya que es una bebida altamente inestable, esto se debe a que los líquidos que la componen se deterioran con facilidad al contacto con el aire.
El hielo reduce las reacciones químicas que produce el jugo de tomate y otros ingredientes que degradan su sabor.
El zumo o jugo de tomate debe ser de alta calidad, ya que este le proporcionará un sabor profundo y bien sazonado.
Es trascendente ser mezquinos con el vodka, porque el intenso y picante sabor del cóctel enmascara la calidad del alcohol.
Siempre se ha dicho que él Bloody Mary tiene propiedades saludables, ya que el tomate impide la formación de óxidos, y las sustancias que se encuentran en uno de sus añadidos como el del limón, generan extraordinarios beneficios al cuerpo.
Periodo y ubicación del Bloody Mary
Como en el tema de las creaciones nadie tiene la verdad en sus manos, comencemos por París en el año 1921, en un antro de nombre Harry’s Bar.
Su creación se le atribuye a Ferdinand Petiot, por preparar una carga de sabores tan asombrosa que aún se mantienen en la actualidad como tendencia en cócteles.
Este armonizó el zumo o jugo de tomate y limón, agregó tabasco, salsa Worcestershire, sal y pimienta. Y decidió bautizarlo con el particular nombre de Bloody Mary, ya que el color y su increíble sabor, le recordaron a la Reina María Tudor, conocida con el sobrenombre de María la Sanguinaria, o lo que es lo mismo, Bloody Mary en inglés.
Por otra parte, los norteamericanos se atribuyen su nacimiento al año 1920 en un lugar de nombre St. Regis Sheraton de New York, en donde su Barman en un toque de ingenio mezcló vodka con zumo de tomate, mientras este le añadía el resto de ingredientes, la clientela lo iba bautizando con diferentes nombres, uno más ocurrente y gracioso que el otro.
Ya casi al terminar nuestra búsqueda nos topamos con una leyenda urbana a finales de 1970, que nada tiene que ver con la reina de la que te hemos hablado hoy, lo que crea mucha confusión en torno a este maravilloso y repotenciador combinado.
Pero al final y para registro de la coctelería internacional, quedó registrado como Bloody Mary el que eligió originalmente Petiot.
Así como diversas y variadas son las versiones del nacimiento de este maravilloso invento, así es de reconstituyente, después de una noche de celebración definitivamente una bebida catalogada como la medicina milagrosa y más agradable del día siguiente.
Algo que no sabías de la ramita del Bloody Mary
El añadir el tronco de apio se remonta a los 60, cuando un cliente del Hotel Ambassador recibió en la habitación su Bloody Mary sin el removedor, no teniendo nada más de que valerse, tomó de un plato de vegetales una rama de apio utilizándola para remover su trago. Desde ese instante se incorporó como un toque chic y todo preparador la coloca al servirlo.
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